Por Auris Gestion
Para aquellos que, como nosotros, esperaban que la reunión de política monetaria del BCE proporcionara visibilidad sobre el futuro ritmo de recortes de los tipos de interés, una vez más no ha sido así.
Como se esperaba ampliamente, el BCE recortó el tipo de depósito en 25 puntos básicos, hasta el 3,5%. Como anunció en marzo, el BCE también aprovechó esta reunión para reducir el “corredor” entre sus distintos tipos clave. Así, el tipo marginal y el tipo de refinanciación se redujeron 60 puntos básicos. Esta “modificación del marco operativo” tiene pocas repercusiones inmediatas, aparte de reducir la volatilidad potencial de los tipos monetarios (Euribor, €STR) y controlar mejor el mercado a corto plazo. Esta decisión es también un “ajuste preventivo”: por el momento, el tipo de depósito sigue siendo el principal instrumento de política monetaria del BCE, ya que los bancos de la zona euro han mantenido un exceso de liquidez de 3 billones de euros desde las inyecciones masivas realizadas durante el periodo Covid. Sin embargo, este exceso de liquidez está a punto de disminuir, lo que llevará a los bancos a endeudarse de nuevo en el futuro, lo que debería permitir restablecer el tipo de refinanciación como tipo de referencia del banco central.
En cuanto a las perspectivas, no son mucho más emocionantes… Christine Lagarde se aferra a la noción de “dependencia de los datos” y, por tanto, se niega a dar más visibilidad sobre el futuro ritmo de los recortes de tipos cuando apenas falta un mes para la próxima reunión de política monetaria. ¿Habrán cambiado fundamentalmente los datos para entonces? No con seguridad. Sin embargo, a pesar del riesgo persistente para el componente de servicios de la inflación, ya que los salarios en particular siguen siendo “demasiado dinámicos” y superan los aumentos de productividad, los miembros del BCE confían cada vez más en la tendencia desinflacionista, y no parece haber ningún obstáculo real para una mayor relajación, con la posible excepción del fin de la contribución negativa de los precios del petróleo a las estadísticas de inflación a finales de año.
Al otro lado del Atlántico, en cambio, es probable que la reunión de política monetaria de la Fed del miércoles sea más emocionante. Si un recorte es una conclusión inevitable, el mercado aún no sabe qué hacer sobre su alcance. Para los inversores, un recorte de 50 puntos básicos parece ahora el resultado más probable (probabilidad implícita del 60% frente al 30% de hace una semana). Aunque tal recorte puede estar justificado desde un punto de vista fundamental (los fondos de la Fed están muy por encima de la inflación, lo que significa que hay un gran margen de maniobra), desde el punto de vista de la imagen, plantea interrogantes. Como mencionamos en nuestra última edición del lunes, la Fed no debe dar la impresión de reaccionar de forma exagerada ante la desaceleración económica. En cualquier caso, Jerome Powell tendrá que ser hábil cuando hable para justificar la decisión del FOMC. A medio plazo, este ciclo de bajadas de tipos debería ser favorable para la renta variable (véase el gráfico de esta semana), excluyendo las recesiones…