Por Patrick Artus
En un momento en que los laboristas vuelven al poder en el Reino Unido, conviene hacer balance de la decisión de los gobiernos conservadores de abandonar la Unión Europea. El Reino Unido había conservado la independencia de su política monetaria, por lo que no obtuvo ningún margen de maniobra en materia de política monetaria tras abandonar la Unión Europea.
Cuando examinamos las diversas consecuencias de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, vemos:
- ningún descenso de la inmigración, sino un fuerte aumento a partir de 2021;
- la ausencia de repercusiones en la tasa de ahorro, la inversión en vivienda o el comercio exterior;
- un impacto negativo significativo en la inversión empresarial y en las entradas de inversión extranjera directa.
Fue la desaparición del acceso al mercado único europeo para las empresas con sede en el Reino Unido lo que más penalizó a la economía británica tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.