Las entradas en ETFs alcanzaron nuevos máximos en agosto, impulsadas por la renta variable y la renta fija

Por Capital Insight

En agosto de 2024, los fondos ETF atrajeron la impresionante cifra de 88.800 millones de euros en entradas, marcando un impulso sostenido en los mercados financieros, según el análisis de Amundi ETF. Los inversores se mostraron especialmente interesados en la renta variable, con suscripciones por un total de 46.700 millones de euros, mientras que la renta fija, a menudo considerada un refugio seguro en tiempos de incertidumbre económica, también atrajo 36.100 millones de euros.

Los índices estadounidenses, principalmente en la categoría “Large Blend”, fueron los más buscados, con entradas de 18.900 millones de euros. Esto refleja el atractivo duradero de la renta variable estadounidense, incluso ante la reciente volatilidad del mercado, sobre todo en el sector tecnológico. Por otra parte, las estrategias mixtas dedicadas a las grandes capitalizaciones estadounidenses atrajeron 2.600 millones de euros, mientras que los inversores se mostraron cautelosos con la renta variable japonesa y china, retirando 900 millones de euros y 1.100 millones de euros, respectivamente.

Un cambio en las estrategias de renta variable

Los resultados desiguales del sector tecnológico estadounidense llevaron a los inversores a adoptar una postura más defensiva. En Europa, en el mercado de ETF UCITS, la renta variable recaudó 14.600 millones de euros, con los índices estadounidenses a la cabeza, atrayendo 4.900 millones de euros. Los índices mundiales y emergentes también resultaron atractivos, con suscripciones de 4.200 millones de euros y 1.200 millones de euros respectivamente.

Los sectores sanitario y tecnológico fueron especialmente populares, a pesar del bajo rendimiento del sector tecnológico en relación con el S&P 500 desde junio. Los inversores inyectaron 600 millones de euros en valores de TI en agosto, mientras que aumentaron sus posiciones en el sector sanitario en 500 millones de euros, visto como una opción más estable frente a la volatilidad de los mercados financieros.

Al mismo tiempo, las estrategias ponderadas por la renta variable y las dedicadas a la renta variable estadounidense ESG atrajeron nuevas entradas de 700 millones de euros y 700 millones de euros, respectivamente. Las estrategias de rentas y volatilidad mínima también se beneficiaron de la tendencia actual, con entradas de 600 millones de euros y 400 millones de euros, respectivamente.

Bonos: fuerte recuperación apoyada por la caída de los tipos de interés

El mercado de renta fija también se benefició de la caída de los tipos de interés, sobre todo en la eurozona, con importantes entradas de 5.100 millones de euros en ETF OICVM de renta fija. Los bonos corporativos de grado de inversión atrajeron 2.800 millones de euros, repartidos entre estrategias denominadas en dólares estadounidenses (1.500 millones de euros) y en euros (1.100 millones de euros).

Las suscripciones de bonos soberanos se dirigieron principalmente hacia los denominados en dólares (1.200 millones de euros) y en euros (600 millones de euros). Sin embargo, los inversores optaron por reasignarse a los bonos a corto plazo, lo que provocó una salida de 1.300 millones de euros de la deuda pública estadounidense a largo plazo.

Las estrategias de bonos ESG, por su parte, resultaron aún más sólidas, con entradas de 1.000 millones de euros, incluidos 700 millones de euros en bonos de Grado de Inversión. El probable recorte de tipos de la Reserva Federal estadounidense, debido a una creación de empleo más débil de lo esperado, podría proporcionar más apoyo a estas estrategias en los próximos meses.

Outlook

Agosto confirmó así el atractivo de los ETF, tanto para la renta variable como para la renta fija, ya que los inversores tratan de equilibrar la rentabilidad y la gestión del riesgo frente a la volatilidad de los mercados. Según el análisis de Amundi ETF, las perspectivas económicas divergentes entre regiones, sobre todo en Asia, y los ajustes de las políticas monetarias de los principales bancos centrales seguirán influyendo en los flujos de capital en los próximos meses.