La banca en la sombra se refiere a un conjunto de actividades financieras realizadas por entidades que no están sujetas a las mismas regulaciones estrictas que los bancos tradicionales. Estos agentes del sistema financiero operan fuera del marco de los bancos tradicionales, pero prestan servicios similares, sobre todo en términos de crédito y liquidez. El término “en la sombra” no debe confundirse con prácticas ilegales, sino con el hecho de que estas actividades tienen lugar fuera de la regulación bancaria tradicional.
Características de la banca en la sombra
El sistema bancario en la sombra incluye una variedad de instituciones y actividades como :
- Fondos del mercado monetario: Estos fondos invierten en instrumentos del mercado monetario a corto plazo, y su función es similar a la de los bancos en cuanto a la gestión de la liquidez.
- Fondos de cobertura: Estos fondos de inversión especulativos pueden ofrecer préstamos o financiación a corto plazo a empresas u otras instituciones financieras.
- Sociedades financieras no bancarias: Estas entidades prestan a empresas o consumidores, pero no están sujetas a las mismas exigencias de reservas que los bancos.
- Vehículos de titulización: Los bancos y otras instituciones financieras crean vehículos financieros complejos, como los bonos de titulización de activos, para transformar activos ilíquidos (como las hipotecas) en instrumentos negociables.
Estas actividades permiten reunir capital y conceder créditos sin que las instituciones en cuestión estén sujetas a los requisitos de capital y liquidez impuestos a los bancos por los reguladores financieros. En consecuencia, la banca en la sombra puede ofrecer una fuente de financiación más flexible y barata, pero también presenta mayores riesgos.
Ventajas de la banca en la sombra
La banca en la sombra desempeña un papel importante en el sistema financiero mundial, ya que ofrece una serie de ventajas:
- Complementar a los bancos tradicionales: Las entidades bancarias en la sombra proporcionan financiación alternativa a empresas y hogares, lo que puede aumentar la eficiencia general del sistema financiero y diversificar las fuentes de crédito.
- Innovación financiera: El sector bancario en la sombra suele permitir innovaciones en los instrumentos financieros, haciendo que el sistema sea más flexible y adaptable a las necesidades de las empresas y los inversores.
- Menor dependencia de los bancos: las empresas pueden recurrir a estos actores no bancarios para obtener financiación sin pasar por los bancos tradicionales, lo que puede ser especialmente útil en tiempos de crisis bancaria.
Riesgos asociados a la banca en la sombra
Sin embargo, la banca en la sombra también presenta una serie de riesgos para el sistema financiero mundial:
- Falta de regulación estricta: Las entidades bancarias en la sombra no están sujetas a las mismas normas prudenciales que los bancos (como requisitos de capital, liquidez o información). Esto puede hacer que el sistema sea más vulnerable a las crisis de liquidez o a las quiebras de entidades financieras.
- Riesgos de contagio: Aunque la banca en la sombra no está directamente vinculada a los bancos tradicionales, puede haber interconexiones significativas entre ambos sistemas. Por ejemplo, una crisis en el sector bancario en la sombra puede propagarse a los bancos tradicionales a través de préstamos o instrumentos financieros compartidos, amplificando los riesgos sistémicos.
- Poca transparencia: Como los actores de la banca en la sombra no están regulados tan rigurosamente como los bancos, hay menos transparencia sobre sus actividades. Esto hace que sea más difícil para los reguladores y los inversores controlar y evaluar los riesgos potenciales asociados a este sector.
- Prociclicidad: La banca en la sombra tiende a amplificar los ciclos económicos. En periodos de crecimiento, el crédito suele ser abundante, lo que puede alimentar burbujas financieras. Por otra parte, en periodos de crisis, la rápida retirada de liquidez de este sector puede exacerbar las recesiones económicas.
La banca en la sombra y la crisis financiera de 2008
El papel de la banca en la sombra se puso claramente de manifiesto durante la crisis financiera de 2008. Antes de la crisis, gran parte del crédito de la economía estadounidense lo emitían entidades no bancarias a través de instrumentos financieros complejos, como los valores respaldados por hipotecas (MBS) y otros derivados. Cuando se hundió el mercado inmobiliario, estos instrumentos perdieron gran parte de su valor, desencadenando una crisis de liquidez en el sistema bancario en la sombra.
La crisis reveló que la banca en la sombra se había hecho demasiado grande y arriesgada, al tiempo que estaba mal regulada. Como consecuencia, las autoridades financieras mundiales empezaron a prestar mayor atención a este sector y a elaborar nuevas normas para supervisar y regular mejor algunas de sus actividades.
Regulación y reforma tras la crisis
Tras la crisis financiera de 2008, se hicieron esfuerzos para regular mejor ciertos aspectos de la banca en la sombra. Entre las medidas adoptadas :
- Requisitos de transparencia más estrictos: Los reguladores han exigido que determinadas actividades bancarias en la sombra, especialmente la titulización y los derivados, se supervisen más estrechamente y que se midan mejor los riesgos.
- Reducir el apalancamiento: Se han introducido normas destinadas a limitar el apalancamiento excesivo entre los agentes bancarios en la sombra para evitar crisis de liquidez similares a las de 2008.
- Mayor supervisión: Las autoridades financieras, como el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), siguen de cerca la evolución de la banca en la sombra para identificar nuevas vulnerabilidades y adaptar la normativa en consecuencia.