El Índice de Gestores de Compras compuesto (PMI compuesto) es un indicador económico clave que mide la salud general de la economía de un país o región, basándose en la actividad de los sectores manufacturero y de servicios. El PMI compuesto combina los resultados de dos subíndices, el PMI manufacturero y el PMI de servicios, proporcionando una visión general de los resultados de estos dos grandes sectores. Se calcula a partir de las respuestas a las encuestas mensuales de los directores de compras, que evalúan criterios como la producción, los nuevos pedidos, el empleo, los plazos de entrega y las existencias.

El PMI compuesto se expresa como un índice, con un umbral clave de 50: una puntuación superior a 50 indica una expansión de la actividad económica, mientras que una puntuación inferior a 50 señala una contracción. Como tal, es ampliamente utilizado por inversores, responsables políticos y economistas para anticipar los ciclos económicos y evaluar la dinámica económica actual.

En el sector manufacturero, el PMI evalúa la producción industrial, los niveles de pedidos y las presiones sobre los precios, mientras que el PMI de servicios se centra en la actividad empresarial relacionada con los servicios, que representa una gran parte del producto interior bruto (PIB) en muchas economías desarrolladas. Por tanto, el PMI compuesto agrega estos datos para proporcionar una medida exhaustiva de la actividad económica.

Este indicador es especialmente valioso porque se publica mensualmente y suele preceder a otras estadísticas económicas, como el PIB, lo que lo convierte en una señal adelantada para comprender la dirección que está tomando la economía. Si el PMI compuesto muestra signos de expansión (por encima de 50), esto indica que las empresas están aumentando su actividad, creando potencialmente puestos de trabajo y estimulando el crecimiento económico. Por el contrario, un índice por debajo de 50 refleja una ralentización que puede preceder a una recesión o a un estancamiento económico.

Por ejemplo, durante la pandemia del COVID-19, el PMI compuesto cayó por debajo de 50 en muchas partes del mundo, reflejando una contracción masiva de la actividad económica debido a las restricciones y perturbaciones mundiales. Por el contrario, tras el levantamiento de las restricciones, los PMI compuestos mostraron una rápida recuperación en varios sectores, señal de que la economía se estaba recuperando.

En resumen, el PMI compuesto es un indicador temprano crucial para evaluar la dirección de la economía en su conjunto, al combinar datos de los sectores manufacturero y de servicios. Seguido de cerca por los mercados financieros, ofrece una lectura rápida de las condiciones económicas y sirve de barómetro para anticipar los ciclos de auge o caída.