Por Auris Gestion
¡50 billones de dólares! A pesar de las tensiones en Oriente Medio, la incertidumbre política en vísperas de las elecciones presidenciales y la esperada ralentización de la economía estadounidense, el rendimiento del índice insignia estadounidense desde principios de año se acerca ya al +22%, e incluso al +40% (!) si consideramos el rendimiento del índice desde su punto más bajo en octubre de 2023. Este rendimiento es sencillamente excepcional. Es incluso el mejor rendimiento interanual desde 1996, a pesar de que el VIX, el llamado índice del miedo, ha subido mucho últimamente. Aunque el nivel actual del VIX está sesgado a corto plazo por la incertidumbre de las elecciones estadounidenses, lo cierto es que un nivel semejante en el índice de volatilidad en un momento en que el S&P 500 está en máximos históricos es algo bastante raro (véase el gráfico de esta semana).
Sin embargo, los datos económicos publicados al otro lado del Atlántico la semana pasada no ayudaron a aclarar las cosas y, de hecho, aumentaron la incertidumbre en torno a la próxima decisión de la Reserva Federal. Por un lado, las cifras de inflación de septiembre se publicaron por encima de las expectativas, algo que no ocurría desde hacía 6 meses. No obstante, la inflación general siguió cayendo, aunque menos de lo esperado, hasta el 2,4% (frente al 2,5% de agosto), un mínimo de más de tres años y medio. La decepción de estas cifras procede del “núcleo duro”, ya que la inflación subyacente aumentó ligeramente hasta el 3,3% (frente al 3,2% esperado por el consenso, en línea con el mes anterior). Las presiones proceden tanto de fenómenos puntuales (subidas de precios de la sanidad, los billetes de avión y la ropa) como de bolsas persistentes de inflación, como los seguros de automóvil y, naturalmente, los alquileres. Aunque los alquileres se desaceleraron durante el mes, siguen mostrando una variación anual cercana al +5%.
Al final, sin embargo, estas cifras tuvieron escaso impacto en los mercados financieros, que ya habían revisado al alza sus expectativas de recortes de los tipos de interés oficiales tras el último informe sobre el empleo. Tampoco es probable que las cifras cambien la opinión de la Fed, cada vez más confiada en la tendencia desinflacionista y consciente de que los datos pueden ser volátiles. Por otra parte, mientras la Fed se centra ahora más en el mercado laboral, las nuevas solicitudes de subsidio de desempleo de la semana hasta el 5 de octubre superaron con creces las expectativas al situarse en 258.000 (frente a una estimación de consenso de 230.000), el mayor aumento en 14 meses. Sin embargo, estas cifras deben matizarse por el impacto del huracán Helene y la huelga en Boeing.
En la eurozona, aunque las actas de la última reunión del BCE muestran, sin sorpresa, que el BCE sigue adoptando un enfoque dependiente de los datos, sus miembros parecen cada vez más preocupados por las perspectivas de crecimiento. Por ello, se planteó la posibilidad de acelerar el ritmo de los recortes de tipos en caso de estadísticas económicas desfavorables. El jueves se dará una respuesta.